El Proyecto Comenius “The Magic Of Reading, The Power Of Discovering Ourselves” es un proyecto de Asociación Escolar Multilateral, para el fomento de la lectura, enmarcado en del Programa Europeo de Aprendizaje Permanente.

CLUB DE LECTURA DE PADRES/PROFESORES (Cervantes)

Juan Diego ya ha preparado las introducciones de los capítulos de la 2ª parte de El Quijote. Descárgatelas en los enlaces que encontrarás más abajo.

                           Iniciamos la lectura de El Quijote e inauguramos el club de lectura de profesores/padres aprovechando el respiro que nos dan las vacaciones de Navidad, que acabamos de iniciar.
     Nuestro primer objetivo es tener leídos los veinte primeros capítulos de la primera parte de la obra para la vuelta de vacaciones, el 9 de enero de 2012.

     Juan Diego (Departamento de Lengua) ha realizado un magnífico trabajo preparando algunos materiales interesantes.

Para ambientarnos un poco en cómo fueron los inicios de El Quijote, nos ha seleccionado estos dos podcasts. Son miniprogramas (sólo duran cinco minutos) de RNE 5, con datos muy curiosos. Pinchad en estos enlaces (cuando os salga el podcast pulsad “reproducir”):
-       «Así nació el Quijote»:
-       «Dedicado a un tonto»: 

   Para ayudarnos un poco con la contextualización de la obra, ha redactado algunos documentos interesantes sobre Cervantes y El Quijote. Pincha en ellos para descargártelos:


Secuenciación de la lectura de El Quijote:

Capítulos
Fecha

Capítulos
Fecha
1ª parte


2ª parte

I-XX
9 enero

I-X
6 febrero
XXI-XXX
16 enero

XI-XX
13 febrero
XXXI-XL
23 enero

XXI-XXX
20 febrero
XLI-LII
30 enero

XXXI-XL
27 febrero



XLI-L
5 marzo



LI-LX
12 marzo



LXI-LXXIV
19 marzo

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19 comentarios:

Luisa Camacho Hidalgo dijo...

Si es verdad que el capítulo de los molinos pasa casi desapercibido, si no fuera por tantas veces como nos lo hemos encontrado. Voy a empezar el capítulo XIV, y no me está costando mucho esfuerzo, al contrario, estoy descubriendo aspectos no conocidos. Leyendo, relacioné rápidamente a don Quijote con el alumnado de la ESO:necesidad de recompensa inmediata.Luisa

Yolanda dijo...

No recuerdo bien si leí el Quijote completamente cuando estaba en el instituto. Tengo la idea de que solo leímos fragmentos de la primera y segunda parte. Sea como fuere, me está encantando hacerlo ahora de nuevo.

Entre las muchas cosas que me están sorprendiendo de esta novela está ese ritmo de novela de aventuras que posee y que me recuerda en partes la estructura de la Odisea, en donde con cada nuevo episodio renace el deseo de proseguir el camino, no importa la suma de derrotas o fracasos que don Quijote acumule (Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca/ pide que tu camino sea largo decía Kavafis).
La aventura como ingrediente fundamental de la vida, la aventura siempre.

También me resulta fascinante y común a las dos obras ese juego de simetrías e irregularidades que va jalonando la narración. El compositor de la Odisea (quizá Homero) maneja y combina elementos que ha heredado y que conserva en el almacén de su memoria. Crea la épica dramática a partir del pequeño poema épico y de la larga tradición oral, de ahí las repeticiones formulares, las pequeñas incongruencias. Aun así, cuando nos adentramos en la lectura de esta obra, percibimos el trabajo de un grandioso poeta, refundidor de materiales anteriores a él, único en esa compostura de elementos.
Hay algo de esto también en el Quijote, algo de romance caballeresco, de novela pastoril y picaresca, de cuento popular, de tratado crítico. Encantadora miscelánea de proverbios, anécdotas, géneros, lenguajes y tradiciones.

Y aun ando por el capítulo XIV… Me vuelvo a enfrascar en la lectura, no vaya a ser que por la falta de tiempo me vea al final pasando las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se me vaya a secar el cerebro y venga a perder el juicio.

Y.

Juan Diego dijo...

En estos primeros capítulos contemplamos la extraña locura de don Quijote: creerse cuanto contaban los libros de caballerías -aunque en realidad esto no era extraño en la época- y considerarse un miembro de la selecta hermandad andastesca, similar en virtudes a dos doce pares de Francia o a los nueve de la Fama. No es extraño que intentando desentrañar razones como las que leía, don Quijote perdiera el juicio. También nos ocurriría a nosotros si lo intentáramos de veras: "La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura". O bien esta otra: "Los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza...".
Pero en qué locura más hermosa dio: echarse al mundo a luchar contra el mal. Sus ideales de socorrer desvalidos, ayudar a menesterosos, valer a doncellas y proteger a huérfanos, y luchar por estos ideales sin buscar expresamente beneficio alguno, ya de por sí hacen que pueda considerársele loco. En nuestro mundo también existe gente que hace eso, y son considerados raros, ¿o no? Deben ser admirados y puestos como ejemplo.
Como momentos que me han gustado más de estos capítulos destaco el discurso de la edad de oro (de resonancias virgilianas, como diría Yolanda): "Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzara en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de "tuyo" y "mío" ". Don Quijote rememora el mito del paraíso perdido, de una primitiva edad de felicidad plena. Don Quijote quiere instaurar una nueva edad de oro, superando esta edad de hierro en la que también vivimos nosotros. Todavía no hemos logrado dejarla atrás, y todos debiéramos estar luchando para que así ocurriera. Pero parece que el mundo no sigue ese derrotero.
Otro momento que destaco es el alegato de Marcela sobre la libertad de elección de la mujer (cap. XIV). Rasgo moderno y liberal, como se diría en la época, de Cervantes. Invita a relativizar posturas, a usar la empatía y ponerse en el lugar de los demás.
Para terminar, uno menos serio y para mi gusto hilarante. De los más humorísticos de la novela. El cuento que le relata Sancho a don Quijote cuando están esperando para la aventura de los batanes (cap. XX), y la "operación" que efectúa Sancho cuando le "aprieta" el vientre. Magnífico.

Ángeles dijo...

El ser humano es fantástico, aunque el tiempo pase hay preocupaciones que perduran a lo largo de nuestra historia. De ahí que Cervantes haga una parodia o critica feroz de los libros de caballerías culpándolos de la locura de Don Quijote y cuatro siglos después se culpabilice a la televisión o a los videojuegos,entre otras cosas, de la violencia en los niños o adolescentes.
Por otra parte, el gusto del ser humano por lo cómico mediante el la ironía, el sarcasmo, los enredos....o lo que hemos dado en llamar el humor inteligente se pone de manifiesto en los diálogos entre Don Quijote y Sancho Panza.
"- Paréceme, Sancho que tienes mucho miedo.
-....¿en qué lo echa de ver vuestra merced?
- En que ahora más que nunca hueles, y no a ámbar"
Por último, Cervantes, a través del alegato de Marcela en el capítulo XIV, deja constancia de su apuesta decidida por la libertad de elección de la mujer,"yo nací libre", dice la pastora Marcela. Esta frase es atemporal, ha sido repetida por hombres y mujeres a lo largo de nuestra historia como seres humanos.
En mi opnión, el éxito del Quijote a lo largo del tiempo y por todo el mundo, está relacionada con el retrato que Cervantes hace del ser humano y en el que todos y todas nos podemos reconocer,independientemente de nuestra cultura, creencias, clase social.....
Seguiré acompañando a Sancho y a Don Quijote en la búsqueda de su propia identidad que no es otra cosa que la construcción de nosotros mismos en cada minuto, segundo que vivimos.

Anónimo dijo...

la figura de D.Quijote representa el altruismo,a la vez que la enajenación de lo cotidiano de lo material,mientras que la de su escudero Sancho,es más la encarnación del pragmatismo de la realidad cruda y dura.Sancho tiene como máxima preocupación :sobrevivir,alimentarse, ganarse el pan.Don Quijote buscará la gloria.Lo espiritual versus lo terrenal.Allí donde el ingenioso Hidalgo observa el deber de salvar a la humanidad ,Sancho no ve la hora de salir de los diversos embrollos en que se va metiendo su señor.Don quijote ha leido tantos libros de caballería que su mente ya interpreta la realidad en términos heróicos jugándose en cada hazaña su propio pellejo y el de su escudero.Representa también esta singular y universal pareja la dualidad cultura -tosquedad,valentía -cobardía,... La falta de juicio del caballero,contrasta con la capacidad dl criado para anticipar la desgracia.

Ana Pinto dijo...

Me encanta el uso del diálogo que hace Cervantes: la pareja protagonista no puede ser más distinta y, sin embargo, se pasa la obra charlando de lo divino y de lo humano; oponiendo sus opiniones, pero también sopesándolas hasta llegar a un común entendimiento, no hay argumentos cáusticos o irónicos, no se ridiculiza el punto de vista ajeno (qué deseable sería encontrar esta disposición actualmente en muy diversos ámbitos). Cervantes representa el pensamiento individual frente al de los otros, pero también simboliza las distintas tendencias del pensamiento íntimo de cada persona, ¿no forman parte de nuestra propia identidad humana tanto el idealismo del héroe como la defensa de las necesidades más perentorias o interesadas?. Cervantes retrata esta dualidad humana de manera perfecta y lo hace, además a través de la continua dialéctica entre los personajes, en constante relación de los unos con los otros.
No hay que ir muy lejos, en este machadiano año 2012, para que la revisión del texto cervantino nos conduzca a los versos de D. Antonio: Converso con el hombre que siempre va conmigo/ quien habla solo espera hablar a Dios un día/ mi soliloquio es plática con este buen amigo/ que me enseñó el secreto de la filantropía. La verdadera reflexión humana está fuera de las modas o de las clasificaciones.

Valle Oso dijo...

El alumno de la ESO,inávido lector. El libro que contiene otros libros, con su héroe homérico y su viaje vital. La locura que es exceso de cordura. Mujeres que afirman su libertad en tiempos de conventos y casamientos, cerca y lejos de esas mozas del partido que ayudaron al hidalgo a armarse caballero en aquella venta-castillo. El chiste escatofílico. La búsqueda de la propia identidad que pasa por el reconocimiento y la confrontación con el otro. El diálogo o parto de la verdad a través el método socrático. En el Quijote está TODA LA LITERATURA y TODA NUESTRA VIDA.
Nos acompañó durante el tedio infantil de aquellas tardes de escuela en que debíamos leerlo o analizarlo sintácticamente. Volvimos a él en capítulos fragmentarios para estudios más sesudos. Nos divertimos viendo y escuchando sus caricaturas televisivas. Reímos y lloramos con la pareja cinematográfica. Asistimos a los fastos del año Quijote con anuncios manchagóricos incluidos. Pero, hoy, los quijotes somos nosotros, con nuestra locura quijotesca en las pizarras (tradicionales o inteligentes, qué más dará) para aprender más que para enseñar; que la realidad es un BACIYELMO: ya está vacía, ya está llena; embellecida u orinada.
Vida profesoril, somos como Don Quijote, haciendo el pino por amor estudiantil, soberano o sobajado; exhibiendo nuestras vergüenzas ante el mundo entero; mientras los curabarberos se ríen de nosotros. ¡LADRAN, PUES CABALGAMOS!

Juan Diego dijo...

De los capítulos 21-30 destaco las sonrisas que produce la "buena memoria" de Sancho y cómo se van manifestando sus pocas luces.
Parémonos un poco en el personaje de don Fernando. Hijo de noble, rico, vive una vida ociosa en la que se entretiene satisfaciendo sus caprichos. Si le apetece una hermosa joven, no duda en maquinar para conseguirla, incluso dándole palabra de matrimonio (para luego no cumplirla, claro). Cervantes retrata una figura que en la España de la época brotaba como las amapolas: el joven que amparado en la riqueza y nobleza de su familia vivía una vida crápula y disoluta, entregada a la satisfacción de sus caprichos, seguro de que su apellido le concedía patente de corso para hacer cuando quisiera, sin repercusiones posteriores. Sobre este tipo de joven se monta una obra como "Don Juan Tenorio", que se basó en una anterior de un autor que coincidió en el tiempo con Cervantes: Tirso de Molina. La obra se llama "El burlador de Sevilla y convidado de piedra".
Pero en la época de Cervantes existía la creencia de que la sangre de los nobles tenía ingredientes que eran depositarios de esa nobleza, y que en algún momento tenían que brillar, imponerse y disculpar las otras facetas "menos nobles". Sobre esta idea se escriben varias obras en la época. Y en nuestra obra -no podía ser de otra forma respondiendo a esta lógica- don Fernando termina por hacer gala de su nobleza, reconduciéndose y poniéndose en su lugar.

Sinlicencia dijo...

Casi todos creen que estás muerto, que perteneces al pasado remoto, que la misma pluma que te engendró con el propósito de ridiculizar las novelas de caballería, terminó enterrándote muy a su pesar, en el olvido de estos tiempos plenos de sanchos, de nobles guasones sin linaje, de políticos corruptos, de nuevos ricos, de burgueses apesebrados y medradores, de pobres sin estrella, de parias estrellados, y de masas humanas adormecidas mirando una caja de colores, que tus locuras ya no interesan a nadie en este meteórico mundo donde vivimos a golpe de forzadas tecnologías nuevas que nos imponen sutilmente y por las que sin darnos cuenta podremos pagar el precio más alto de todos, dejar de pensar por nosotros mismos. Pero yo sé que vives, que estás ahí fuera, luchando inerme con tu voluntad férrea, alejado de simposios, de vanas lecturas, de forzados proyectos escolares, de sesudos estudios, de psicoanálisis recurrentes a tu esquizofrenia, de disertaciones y comparaciones con tu escudero, de caricaturas que te cercenan y te acotan, tu eres algo más que el merchandising de La Mancha, que el loco pleno de bonhomía de la piel de toro, que el famélico hidalgo preso de amor, que el caballero estrafalario y errabundo en pos de causas perdidas, tu eres algo más que el orate presto a la burla de los malvados, que el ser fantasmagórico al que un día se le secó la mollera. Puedo oír tu cabalgar, sin aspavientos, sin ruidos ensordecedores, cierro los ojos y te imagino como cualquiera de nosotros en cualquier momento de nuestras azarosas vidas de las que apenas nos sentimos dueños.
Para quienes se asustan de ti y de lo que representas, para quienes te aborrecen por manido, por mentado, por vapuleado y destripado, por estar en todas las sopas y salsas literarias, no podrán saber de ti hasta que hayan buceado en tus entrañas y descubran por sí mismos que tu eres ellos y ellos son tu.
Ave, luz y fe, para seguir cabalgando...

Luis Conde dijo...

Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho.
Los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones;
nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos;
la cosa más fácil, equivocarnos;
la más destructiva, la mentira y el egoísmo;
la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor;
las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que esté.

Carmen Ortega dijo...

Sin idealismos o con ellos, releer el Quijote es un ejercicio de autoestima y entidad.Y todo porque en él se retrata fielmente el alma humana.
Se habla de la dualidad que repliega la obra: idealismo y pragmatismo o lo que decía Martín de Riquer "un realismo psicológico"...todo lo circunstancial, real y cotidiano que aun así hace posible la dilatada fantasía del personaje que nos ocupa :"Don Quijote"...Pero, el propósito es noble: la invectiva contra los libros de caballerías que circulaban en la época; así, nuestro caballero, de tanto leer, pierde la razón y surge el "encantamiento".
Llama la atención que la obra no tiene una trama como tal, pero todo se organiza hábilmente en torno al héroe, que acomete entuertos sin ton ni son y alardea de su inconsciencia, consciente de su mundo.Hay igualmente un eje clave que consume y, al mismo tiempo engrandece a nuestro héroe: su locura...No le importa menguar su renta con tal de leer.
Pero es inmanente la dualidad: Quijote- Sancho; idealismo sin remilgos y,realismo con absoluta resolución. Sancho,rudo, campesino manchego que se deja llevar por la razón y que solo cree lo que ve, es, en muchas ocasiones el resorte para recrear un mundo que ansía la riqueza y el poder...Y vemos cómo va adquiriendo cualidades quijotescas, pero aun así, sigue siendo él mismo.
El héroe como tal (como haría Amadís,Palmerín, Lanzarote del Lago...) se expresa en múltiples matices y especialmente en armarse caballero -qué paradoja-; así, en plena época del realismo en la novela, observamos cómo Quijote y su escudero están envueltos en un espíritu universal de sinrazón y nobleza..."Con la adarga al brazo, toda fantasía, y la lanza en ristre, toda corazón".
¿Se puede vencer así en el mundo real?...Tal vez el gran valor y fuerza real sea el de la palabra, los diálogos entre Quijote y Sancho -idealismo y realidad que se imponen a cada paso- donde "las almas se desnudan hablando", que diría Dámaso Alonso. Y es aquí donde descubrimos la fascinante aventura de este viaje absoluto -exterior e interior- que nos conmueve , nos seduce y nos reconoce en la raiz de cada uno.
"Lo que cumple por hombre con un único camino, nos recuerda Gabriel Celaya cuando habla de Sancho...
E igualmente nos sorprende el personaje femenino,donde Cervantes nuevamente juega con la dualidad:moza labradora(Aldonza Lorenzo) -dama sublime (Dulcinea del Toboso)y la adnegación total de nuestro héroe.
No hay nada en la obra que nos haga renunciar a su lectura, en ella vemos grandezas y debilidades,sabiduría ignorante y la sabia razón de ser,el amor tan real que no necesita juicio,la palabra esencial jocosa y rotunda...En definitiva, si tuviéramos que hacer balance de las obras de la literatura, tal vez El Quijote sea la única obra de ficción, realmente original...
Tan genial como sencillamente humana. En ella nos retratamos y nos reafirmamos en nuestra necesidad de "grandeza y dignidad".
Prosigamos en esta aventura insondable y atemporal.

gracia guerra dijo...

Está claro por vuestros comentarios que esta lectura ,de la gran obra literaria ,perfil que nos está identificando como país ,ahora y siempre,esta lectura digo ,era tan necesaria como productiva.No sé si disfruto más de la propia vida de escudero y señor o de vuestros comentarios ...muerome de risa con los de Valle,emocionome Carmen y Diego,...esto es un seminario de lectura como los de antes ¡qué faltita!!! ¡qué disfrute!!!!

Luisa Camacho Hidalgo dijo...

"Ni yo lo digo ni lo pienso(...)Allá se lo hayan; con su pan se los coman. Si fueron amancebados o no, a Dios habrá dado la cuenta. De mis viñas vengo, no sé nada; no soy amigo de saber vidas ajenas; que el que compra y miente, en su bolsa lo siente. Cuanto más, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano... El Sancho más refranero. Fantástico. Me está gustando mucho leer el Quijote.

marta dijo...

A propósito de esta obra de alcance universal y tan actual en estos tiempos, os remito esta reseña realizada a partir de distintos estudios.

El Quijote. Intención y estilo.

El propósito explícito del Quijote es, sin duda, la parodia burlesca de los libros de caballerías. De hecho, como libro casi exclusivamente cómico fue leído durante los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, desde el Romanticismo hasta hoy los lectores de la novela tienden a apreciar en el protagonista su ansia de libertad, su valor, su fe en la justicia, su amor absoluto hacia Dulcinea –la dama que él mismo inventa-, etc. La novela sería entonces una defensa del ideal en un mundo en el que los grandes ideales han perdido su sentido. Estas dos interpretaciones irreconciliables –libro cómico/libro romántico- son probablemente insuficientes. Además de ser una novela de humor y de plantear ideas de alcance universal, el Quijote es también, primordialmente, un libro de crítica y teoría literaria y un notable fresco de la vida española de su tiempo. La gran novela es también un retrato social. Cervantes estaría parodiando la ilusión caballeresca y pastoril, la utopía humanista típica del XVII, que es ya una respuesta inútil a los problemas de la España del momento. En el transcurso de la obra, los dos protagonistas lograrán un conocimiento de la dura realidad.
El lenguaje del Quijote es un acabado resumen de la variedad de estilos típica del Renacimiento. En él se combina el estilo elevado con el propio de la parodia burlesca, el habla culta con la popular, las disquisiciones eruditas con los refranes y dichos de profundo saber popular, etc.
Cervantes contribuye a gestar un nuevo lector entendido y cómplice. Estamos ya ante la creación del lector moderno: un lector escéptico que erigirá la duda en sistema.

Pedro R. Aguilar dijo...

Con la tensión y la emoción que supone coger un tren ya en marcha me uno a este club de lectura tan ilustre.
Supongo que a estas alturas nuestro caballero descansa en sus aposentos tras inauditas e indelebles batallas acontecidas en la primera parte de esta singular y célebre historia. Digo que descansa el cuerpo, que su cerebro, aunque menguado y seco, no cesa en su empeño de volver a salir a los caminos a enderezar entuertos y auxiliar a menesterosos. Aquí me tienes de nuevo, mi admirado caballero, dispuesto a cabalgar juntos y vivir nuevas aventuras que la providencia nos tiene preparadas. No repare vuesa merced en la multitud que le seguimos a distancia en esta vuelta a los caminos, y con ánimos renovados y junto a su escudero se apresuren a iluminarnos el sendero por el que avanzaremos en los próximos días. No se imagina a la velocidad que nuestros corazones laten por la emoción de ver de nuevo su figura alzada en el horizonte con la luz del amanecer de nuevo como el mejor de los decorados para el comienzo de la función de cada día. Suya es la voluntad! Nuestra la obediencia.

Luisa Camacho Hidalgo dijo...

"Y es razón averiguada que aquello que más cuesta se estima y debe de estimar en más" Del discurso que hizo Don Quijote, tan bien argumentado que hasta el cura estuvo de acuerdo.El filósofo de la triste figura se gana la estima y reconocimiento de todos los comensales, y ¡vaya comensales!

carmen ortega dijo...

De nuevo en nuestro camino por la lectura silenciosa y, sin duda necesaria de El Quijote.
Detengámonos ahora en Sancho, tan peculiar en su talante, en su ánimo y en sus soliloquios por su sencilla naturalidad de ser; pero, cómo se va trransformando de ignorante labrador a ambicioso gobernador de una ínsula.
Cervantes una vez más es genail en sus descripciones cuando nos habla de "un hombre de bien...pero con muy poca sal en su mollera" y, que en su rusticidad y simpleza ambiciona ganancias y botines...
Gordo, simplón,realista, con la picardía justa que la realidad impone. Sancho, personaje ejemplar, tan indómito como su señor, pero enclaustrado en el paradigma de lo real y lo cotidiano. Aun así,nos sorprende por su pericia y su honda sabiduría sobre la vida. Progresivamente va cambiando su perspectiva de esa realidad manifiesta y en "su viaje" nos sorprende con la idea de ser "gobernador".
¿Desde cuando unb escudero tiene la dignidad de un señor?...
Pero así es la paradoja vital en cualquier época.
Sin embargo Sancho nos da una lección de sencilla honestidad, especialmente con él mismo.

carmen ortega dijo...

Debemos seguir insistiendo en la grandeza de Sancho, de simple hombre de aldea pasará a tener la gloria de un gobernador.
Cervantes, más allá de lo dogmático en la novela, recurre a la simbiosos de los personajes y a su propia paradoja.No importan las circunstancias, los personajes tienen entidad por sí mismos y exceden lo establecido - a pesar de que mantienen el decoro-. Nada de disidencias a pesar de que Sancho rebosa bravura, pero su paciencia es noble. Y Don Quijote, ajeno a la realidad, solo vive para sus aventuras, su fiel escudero y su hermosa dama.
No hay cuestión candente posible. Solo seguir con la locura de un corazón noble.
LLega Sancho a su "ínsula" (que él en su ignorancia desconoce que es una "isla") y el Duque quiere convertir el sueño de este escudero en una realidad tremenda...Pero Sancho ha de superar una prueba para medir su ingenio: Solucionar tres casos en litigio y, una vez más, a pesar de su origen, muestra su sentido común y su sabiduría popular.
...Saborea los manjares de la vida, pero todo tiene su precio: a pesar del poder y de la opulencia, uno tiene que saber poner límites y calibrar y, así se lo hace saber Don Pedro Recio de Agüero, médico que le hace ver la importancia de una sana y estrecha dieta.Y comienza aquí la desdicha de Sancho...A pesar de su "donaire" y "grandeza" atesora la idea de que "oficio que no da de comer a su dueño, no vale dos habas"..El destino hace posible que Sancho vuelva a su condición natural.
No sabe leer, ni escribir, pero tiene la habilidad suficiente para hacer ver que su mano está dolorida para ello o, que necesita a su confesor para que le recuerde todo lo que está por escrito...
A través de un correo del Duque, descubre que intentan asaltar la ínsula unos enemigos y quitarle la vida. Sancho, en su papel de mandatario, armado y con una escolta, defiende la plaza; pero estalla una "revolución" ficticia y él mismo se da cuenta de que no sirve para estos menesteres. Su condición social es otra, sus limitaciones son obvias y él ha nacido para otra visión de la vida.
Cervantes nos sigue mostrando la habilidad de la sabiduría honda y sencilla que impone la experiencia y que en Sancho vemos como ejemplo de la vida misma. Sencillez sin carecer de grandeza, porque a pesar de su "insuficiencia y pocas letras", Sancho sabe siempre el camino que busca.Con altivez, con malicia socarrona, cierto orgullo, pero, por encima de todo, la bondad: Sancho es un "bonachón", un buen hombre que para Don quijote reúne las cualidades necesarias para gobernar.Es sabio en la vida y sabe administrar justicia...Pero es ingenuo y cree a pie juntillas todo lo que viene del Duque - igual que su amada Teresa Panza, adulada por la Duquesa-. Pero Sancho es sabio: reconoce mejor que nadie toda su ignorancia, no sabe ni siquiera empuñar una espada...Y después de toda la batalla por la ínsula, en lo único que piensa es en un vaso de vino...
Realmente su pasión vital esw la "comida" y, a pesar de la sentencia del doctor ("todo hartazgo es malo y el poco comer aviva el ingenio"), él le hace ver que su estómago está acostumbrado a todo - vaca, tocino, cebollas, nabos-...
Con la sensatez elemental que le caracteriza, sin prejuicios, ni crueldades, tan solo con el firme propósito de enmendar sinrazones y convertir el mundo en un lugar idóneo, Sancho ha aprendido la lección y no necesita de servilismos materialistas.
..."No existe bastante oro para pagar la libertad"...nos dice Cervantes en el prólogo de la obra.
Y así nuestro Sancho es leal a sí mismo y humano...Necesita ne nuevo a su compañero de entuertos, él le da potestad suficiente para sentirse digno y, por encima de todo, libre.
Una vez más, sabio es su pensamiento.
Amigo Sancho, qué grandeza la tuya.

Ana Pinto dijo...

Recreando los contenidos y valores comentados en el Taller de Lectura, el Grupo de Teatro del IES ” La Palma” realizó su propia adaptación dramática sobre varios episodios relevantes de El Quijote. Los alumnos del PCPI organizaron una multitudinaria animación de calle que dio pie a la posterior representación teatral que se llevó a cabo en los pasillos del instituto, los cuales fueron utilizados como espacio escénico, propiciando el movimiento del público, que entre sorprendido y divertido, acompañó el desarrollo de las distintas escenas. Los episodios seleccionados fueron:
- Adaptación de los primeros capítulos del libro, declamados por el personaje de Cervantes, que nos puso en antecedentes sobre la obra y figuras de su creación.
- Visita al Toboso en la que el Caballero de la Triste Figura, guiado por un sagaz y cómico Sancho, se encuentra con su supuesta Dulcinea.
- Episodio de Sancho, gobernador de la Ínsula Barataria, donde pudimos apreciar los sabios consejos de D. Quijote - el cual solo manifestaba su locura en lo tocante a los libros de caballerías- y los acertadísimos y populares juicios de Sancho.
- La aventura final: D. Quijote es vencido por el Caballero de la Blanca Luna, regresa a su aldea y muere, curado de su locura. Este episodio resultó especialmente emotivo debido, sin duda al buen hacer de los actores y de las actrices.
La excelente caracterización teatral de los actores corrió a cargo del alumnado del Departamento de Imagen Personal, que consiguió, como en ocasiones anteriores, unos resultados memorables, como en los casos de Quijote, Sancho, Cervantes y Dulcinea.
En cuanto a la elaboración de vestuario específico, se contó con la pericia de varios alumnos de 1º de Bachillerato en la realización de armadura, escudo y yelmo para la figura de Quijote.
La experiencia teatral resultó sorprendente y muy exitosa, habida cuenta de los obstáculos que el grupo de teatro tuvo que sortear, como la baja previa de la profesora y el acogimiento de varios miembros del equipo, a los alumnos extranjeros del Programa Comenius, en el que se inscribe esta actividad.
Una vez más quiero hacer una defensa a favor de los beneficios didácticos que concentra la representación escénica de los textos, tanto para la realización personal de los propios alumnos, para la perfecta comprensión de textos, personajes y caracteres, como para profundizar en los contenidos de la literatura que, de esta manera, sale de las aulas y sirve para conocimiento y disfrute de los propio alumnos.